En Venezuela, ha habido una persona muy importante capaz de arrancar de las garras de la pobreza y marginación a gran número de niños, a través de la música. Esta persona, recibió hace poco el Premio Príncipe de Asturias de las artes. Él es Jose Antonio Abreu.
Una muestra más, para saber que la música no tiene discípulos concretos y que su principal fin es disfrutar de ella.
Como diría Palhen: "La existencia de tanta gente "no musical" no prueba que sean pocos los elegidos, sino la ineficacia de la enseñanza musical practicada"